Descripción enviada por el equipo del proyecto. La torre Black o Black Tower como se llama comercialmente, fue una de las primeras incursiones en la ciudad de Mérida de edificios especulativos para renta de oficinas, después de que en los 90’s se dieran algunas de estas incursiones con muy malos resultados en términos de rentabilidad, un grupo de inversionistas se atreve a retomar este tema para la ciudad y nos hace este encargo.
Lo primero que quisimos era crear un icono para la ciudad, un edificio que fuese reconocible e identificable. Consideramos que un edificio de estas características debe de lograr una síntesis en la forma arquitectónica, para que de este modo se convierta en un ejercicio que aproxime de una manera eficiente la arquitectura, la escultura y una adecuación al contexto urbano.
Después de un ir y venir de muchos ejercicios, maquetas, perspectivas e intentos de formas que deambularon a través de aspiraciones que no nos conducían a nada, después de todo este proceso, la teoría de la arquitectura y la sencillez prevalecieron.
La torre Black está conformada por dos cuerpos, un cuerpo hacia el poniente cerrado que alberga los servicios y las circulaciones verticales y otro cuerpo que es muy transparente en el sentido norte-sur, pero que en toda su fachada oriente tiene una celosía a base de un acartelamiento orientado a 45º para captar la luz del noreste. De este modo este cuerpo tiene muchas maneras de apreciarse según el punto de vista desde el cual se mire, si uno ve desde el sur este cuerpo va a parecer que la fachada este está completamente cerrada, pero si uno lo admira desde el norte va a parecer que está completamente abierta. Esto se hizo para tener una eficiencia bioclimática durante la mañana que son las horas de más intensidad a la hora de trabajar, el bloque de servicios ubicado al poniente protege del incremento de sol de la tarde de Mérida.
La zona vestibular entre el volumen de servicios y el volumen de los pisos de oficinas es la zona del acceso, que está conformada por un área que tiene siete niveles de altura, contenida entre puentes que ligan el volumen de servicios con el volumen de oficinas.
El color de la torre es un tema que ha sido sumamente cuestionado en la oficina, ya que en Yucatán al haber el calor que hay, uno puede preguntarse si hacer un edificio negro es algo correcto o no, sin embargo el haber elegido el color negro para este edificio obedece a dos motivos; el primero es que en la noche la forma del mismo pasar inadvertida y fuera nada más la luz proveniente del interior del edificio la que contara para su percepción.
El otro motivo por el cual optamos por hacer el edificio negro, era para reforzar la intención de volverlo un icono, que fuera de la mano incluso con todo el marketing que rodea la creación de un complejo de este tipo. De esta manera arquitectura e identidad corporativa se fundieron en un mismo proyecto.